Mientras se escucha una melodía incómoda, un cuadro se destiñe en una de las paredes del Club. Y cuando las puertas se abren todo se mezcla, ya no hay afuera ni adentro, todo parece detenerse, el pasado y el presente pasan a ser un capricho del tiempo. Y un espejo se sigue quebrando por aquello que no se puede decir...
lunes, 1 de septiembre de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)